El penalti perfecto

Resumen

Envuelto en el tenebroso silencio del estadio, el jugador camina hacia la marca de cal, donde muchos afirman que este viaje al balón es una eternidad, y varias situaciones pasan por su mente, tanto acertadas como equivocadas. Y tras la autorización del árbitro, ¿depende del que mejor se entrene para la ejecución de la pena máxima o de la suerte del jugador ese día? Objetivo: Repasar la mejor manera de ejecutar un tiro penal y las consecuencias que este momento trae para el futbolista. Materiales y Métodos: El estudio es de carácter documental, con libre acceso a la información a través de sitios web, programas de televisión y artículos científicos. Resultados: El tiro penal perfecto es tirar en medio de los cuatro primeros rectángulos a una velocidad superior a 80 km/h. Cabe mencionar que la ubicación del tiro debe ser en medio de los cuatro rectángulos superiores, ya que es un lugar difícil de defender para el portero, pero no riesgoso en caso de que el cobrador falle un poco en la precisión. Discusión: Existe una relación neurofisiológica directa (mente/cuerpo) entre la experiencia artificial imaginada y el desempeño real. Cuando una persona se imagina a sí misma realizando una determinada actividad, como patear y anotar, se pueden medir pequeñas cantidades de actividad neuronal en todo su cuerpo. Hay varios aspectos que afectan a un jugador a la hora de ejecutar un penalti, como son: psicológico (estrés y ansiedad), habilidad (utilizar una buena técnica) y fisiológico (resistir a los 120 minutos de juego). Conclusión: Es correcto decir que no es una lotería, sino un entrenamiento técnico y psicológico para ejecutar el tiro penal de la mejor manera posible, superando toda la tensión, el estrés y la ansiedad que preceden a un momento tan extraordinario y decisivo para el fútbol.